Luchaste y venciste,
por eso me tienes dispuesta a todo.
No tengas miedo porque yo
no lo tengo más.
Aquí estoy,
no me iré a pesar de la cotidianidad y
de muchas cosas más.
Tengo la credibilidad de tus palabras
a cambio yo te doy la fidelidad de mis labios.
Tu cuerpo tan tibio como el mío
hacen armonía como dos delfines en el mar.
Ellos,
haciendo el amor y rozando cada parte de su ser...
¡Qué delicia tenerte por las noches y despertar a tu lado!
Cuando no estás,
vivo con un frío que no puedo menguar
a pesar de que me cubra y trate de tener calor,
es tu piel la cura de mis desequilibrios.
Ven,
no te alejes de mí porque juntos
volaremos a ese rumbo donde estaremos los dos.
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