Un mortal recóndito. Reservado, misterioso, espontáneo y viváz que recorre con pies descalzos el inframundo... Ese que de un día para otro penetró en los ojos débiles y sinceros, condenando así el aliento. En las manos andantes y dueñas, un negro color se hizo notar. En las penumbras el cuerpo del ser radiaba, a tal punto que encandiló lo superficial que existió en ese lugar. Besos, fuegos, pasos, ruidos... La tranquilidad ha vuelto a rondar. La extraña sensación de ausencia intriga el despertar de la incógnita. Qué será... Sí, qué será lo que dijo el infame intrigador. Sus pensamientos decaen y se apaciguan en el despertar. Una naturaleza a mi derecha. Mi rostro ha cambiado. Un extraño movimiento amenazó mí cara, labios... Y sonrisa.
¡Qué vaga sensación! El ente aún habita en la altura; me mira y me intriga. Tan lejos... Millones de palabras pasan en el tintero y la imaginación decorando de ellas... Salen al viento.
Las uñas sucumbieron la derrota de caer, aunque otras más y otras menos.
Cegadora es la vida para el ciego que ni sabe la realidad.
...Vuelve el ruido.
4 Mirones:
un post redondo!
desde la imágen hasta el final
un beso catalina
Un gran trabajo de blog, para pasar horas en él.
Saludos
Hay que dedicarse a leerlo con paciencia.
=)
cegadora es la vida para el ciego... muy bueno
XXX
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