Sentir que las olas pasan por mi piel, me estremecen con un gemido al viento de alivio conductivo. No quiero alejarme y no quiero perderme, pues la dicha de estar acá ha permitido que mi alma se corrompa y se aleje mientras todo el mundo transita sin pisar. El fin del día se nota... La puesta de sol está a sólo minutos de cumplir su objetivo delirante para nosotros... Los colores. Intensos, profundos, delicados, dispersos en totalidad y diversificados en una parte del mundo. Es un placer, ¡No quiero que termine jamás!
Siento que no existe nadie más aparte de mí. Siento que mis neuronas comienzan a fallar. Siento que mi cuerpo comienza a delirar. Siento que mis sueños comienzan a fracasar. Siento que mis ojos comienzan a lagrimar. Siento que mi gran amor me va a soltar. Siento que el viento me va a derribar. Siento que el mundo no va a cambiar y, siento que mi vida se guiará alienada a lo terrenal. Me frustra, me entristece y me desconsuela saber que esos millones de pensamientos vagos y taciturnos, ruegan a gritos menguar el caos interno de este ser sin gloria y ni triunfo.
Me resigno a consolarme en los colores de un atardecer y a observar, más allá, ese horizonte sin fin donde mis ojos se enjuagan en un baño de agua multicolor.
3 Mirones:
Eres una gran poeta, la mente delira en libertad y crea hermosos textos como éste. Muy emocionante y directo, al estilo hippie Joplin. Fuerza de carácter. Me gusta cómo encauzas el torrencial de sentimientos.
recuerdo un momento similar
sólo con mi mochila,
en la ruta, entre guanaqueros y la serena
enjuandome con eso colores acuosos
un beso caturris
sigues escribiendo igual de bonito Cata. ojala nos veamos, creo me hace falta salir un poco del mismo ambiente, es más, eso es lo que pretendo últimamente.
saluditos
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