Despierto intranquila con sudor en la frente, manos y seno. No hay ruido, aunque los perros se están acercando. Ladrarán, losé. Veo la luz encendida de al lado, "imposible" digo. Calculo el tiempo de mis latidos y mis pies están fríos. Nadie ha venido, la cosa está como estaba. "Imagino que los semáforos están en verde". ¡Qué ridículo! Están ladrando los perros de la vieja ecléctica. Aprieto mis pies y los muevo para calentarme; "sí, resulta". Morado, rojo y verde se ven mis manos, pésima circulación y aún no voy al doctor. Tic-tac me está acompañando pero la cama se mantiene fría. Me ordeno el pelo y me hago una cola. "Estoy esperando..." Miro hacia arriba y abajo y el tiempo parece no avanzar. No te veo. Sí, no te veo. ¡Qué descuidada he sido, no sé cómo encontrarte! No puedo levantarme, el frío recorre más y ya no puedo hablar. Dolor intenso. Dolor extraño. Incomodidad de un movimiento balanciándose en mi cuerpo. Mi brazo y cara se mueven. ¡Oh! "Amor, eres tú. Pensé que esta vez iba a ser la última vez que respiraba sin ti, a tu lado".
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4 Mirones:
Deja que salga....
Historia de ultratumba?...
Me gusta, muy original cuento. Un abrazo querida Catalina.
preciosa historia catalina...me encanta...un beso
Preciosa historia y una fotografia fantastica
saludos
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